De rodillas ante ti, vengo a ofrecerte mi alma y mi corazón,
Y decir la verdad que yo sin ti no podría vivir,
Porque solo en ti encontré paz, encontré amor, felicidad,
Disté a mi vida lo que nunca imaginé,
Solo en tus brazos, mi alma pudo descansar,
Puedo decir hoy pertenezco a la familia celestial,
Estando lejos tú te acordaste de mí,
Y esto es lo que hoy me motiva para cantar, para cantar.
CORO
Por eso hoy no me canso, Señor,
De alabar tu nombre bendecir,
Por todo lo que me has dado,
Tú te mereces la honra, el honor,
//Incomparable tu nombre Señor,
Tienes todo en tus manos//.
II
Cuanto tiempo viví sin valorar el sacrificio en la cruz,
Lo que hiciste por mí, nadie en el mundo lo podría pagar,
Dejaste tu esplendor, no te importo que tú eres semejante a Dios,
Tú padeciste como siendo un malhechor,
Tu hermosa sangre, gota a gota derramar,
Tanto dolor cuando cansado tú cargaste a aquella cruz,
Por mis pecados padeciste, oh buen Jesús,
Y con tu muerte pagaste mi libertad, mi libertad.
CORO
Por eso hoy no me canso, Señor,
De alabar tu nombre bendecir,
Por todo lo que me has dado,
Tú te mereces la honra, el honor,
//Incomparable tu nombre Señor,
Tienes todo en tus manos//.