Sígueme, escuche a Jesucristo, ven a mí me dijo con amor,
Su voz apacible y hermosa, conmovió las fibras de mi ser,
Y yo al oír su llamado, caminé hacia su lado y me rendí ante sus pies,
Y él con su mano amorosa, compasiva y hermosa, toco mi corazón.
CORO
Sígueme hoy lo sigo escuchando,
Al perdido buscando, al pecador llamando,
Y si tú escuchas su llamado,
Ven corriendo a su lado, no lo hagas esperar,
Te diré que su voz es muy suave,
Tan sublime y amable, que toca el corazón.
II
Sígueme, escucho un día Mateo, ven a mí escucho un día san Juan,
Sígueme, escucho un día san Pedro, ven a mí escuchamos tú y yo,
Y hoy nos manda a todos que sigamos,
Las huellas que en el calvario dejo con sangre y amor,
Y que prediquemos a las almas,
Y su luz radiante y grata transforma al pecador.
CORO
Sígueme hoy lo sigo escuchando,
Al perdido buscando, al pecador llamando,
Y si tú escuchas su llamado,
Ven corriendo a su lado, no lo hagas esperar,
Te diré que su voz es muy suave,
//Tan sublime y amable, que toca el corazón//.
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