Si tú supieras lo bonito que es vivir,
La vida alegre acompañado de Jesús,
Comprenderías que no puedes ser feliz,
Que te hace falta de su gracia y de su luz.
Porque no intentas tener la oportunidad,
De que sea el dueño de todo tu corazón,
Porque no vienes y le cuentas la verdad,
Y arrepentido te conviertes a mi Dios.
CORO
Porque llorar,
Cuando no hay necesidad de que haya llanto,
Porque sufrir,
Cuando el precio de tu dolor ya está pagado,
Que no se escape de tus manos la esperanza,
De entregarle a mi Dios tu corazón.
II
La dádiva de Dios es alegría,
Y el don de un apacible corazón,
Su gracia hermosea el alma mía,
Sus labios me convencen de su amor.
Al triste corazón le da reposo,
Cuan dulce es la palabra del Señor,
Jehová es mi ayudador y es mi socorro,
Mi escudo, roca y mi libertador.
CORO
Porque llorar,
Cuando no hay necesidad de que haya llanto,
Porque sufrir,
Cuando el precio de tu dolor ya está pagado,
Que no se escape de tus manos la esperanza,
De entregarle a mi Dios tu corazón.