Cuando Cristo me halló, no tenía esperanza,
Había tratado un día, de quitarme la vida,
Sumergido en el mal y en la droga maldita,
Conducía mi vida hacia un profundo abismo.
CORO
Pero Cristo me vio, con sus ojos de amor,
Y en su amor encontré, lo que tanto busqué,
Y el vacío fatal, que tenía en mi ser, con su gracia llenó,
Les confieso que hoy, me siento muy feliz,
Y jamás volveré, a ese mundo falaz,
Porque en Cristo encontré, lo que nunca jamás,
La droga me brindó.
II
No les miento al decir, que fui cuál vagabundo,
Que marchaba inseguro, sumergido en los vicios,
Pero hoy puedo decir, que soy muy diferente,
Caminando con Cristo, soy libre como el viento.
CORO
Pero Cristo me vio, con sus ojos de amor,
Y en su amor encontré, lo que tanto busqué,
Y el vacío fatal, que tenía en mi ser, con su gracia llenó,
Les confieso que hoy, me siento muy feliz,
Y jamás volveré, a ese mundo falaz,
Porque en Cristo encontré, lo que nunca jamás,
La droga me brindó.