Un tesoro muy precioso, regaló del Dios de amor,
Es mi madre tan querida, dueña de mi corazón,
Qué tiernas son sus caricias, sus palabras de bondad,
Ruego a Dios en este día, que la guarde hasta el final.
CORO
Oh santísimo Señor guarda a mi madre,
Cúbrela bajo la sombra de tus alas,
Y permíteme poder siempre cuidarla,
Y tener siempre la dicha de mirarla.
II
El regalo más precioso, que hoy le podemos brindar,
Es amarla y respetarla, cuidar de ella con afán,
Si de pronto el Dios eterno, la lleva a la eternidad,
Que ella se lleve el recuerdo, que la honramos de verdad.
CORO
Oh santísimo Señor guarda a mi madre,
Cúbrela bajo la sombra de tus alas,
Y permíteme poder siempre cuidarla,
Y tener siempre la dicha de mirarla.
III
A los que la tienen viva yo les quiero aconsejar,
Que la traten con cariño y que no la hagan llorar,
Y a los que la tienen muerta, que sean fieles a Jehová,
Que cuando lleguen al cielo nuevamente la verán.
CORO
Oh santísimo Señor guarda a mi madre,
Cúbrela bajo la sombra de tus alas,
Y permíteme poder siempre cuidarla,
Y tener siempre la dicha de mirarla.