Ese hogar tan bello que te ha dado Dios, ese tu pequeño cielo,
Esa esposa que te ama y que con grande cariño solo vive para ti,
Esos hijos que te quieren con fervor y que llenan de alegría tu existir,
Esos muebles esa casa, todo lo que te rodea, es tu hogar tu dulce hogar.
CORO
Tú lo debes de cuidar con amor y mucho esmero,
Nunca debe de faltar amor y fidelidad, para tu precioso hogar,
El Señor te lo entregó, para que lo administraras,
Nunca debes olvidar que ante el tribunal de Dios,
Cuenta de él tendrás que dar.
II
Sí en tu hogar las cosas no han marchado bien, es porque has dejado a Cristo,
Olvidaste que en su gracia y en su ayuda cotidiana nunca nada te falto,
Pero aún es tiempo de reflexionar y volverte a Jesucristo,
Y tu hogar será de nuevo ese pedazo de cielo, dádiva del Dios de amor.
CORO
Tú lo debes de cuidar con amor y mucho esmero,
Nunca debe de faltar amor y fidelidad, para tu precioso hogar,
El Señor te lo entregó, para que lo administraras,
//Nunca debes olvidar que ante el tribunal de Dios,
Cuenta de él tendrás que dar//.