Andaba por el mundo sin Dios y sin consuelo,
Buscando inútilmente calmar ese dolor,
Pero de pronto vino la luz a mis tinieblas,
//La luz que Jesucristo tan solo puede dar//.
CORO
Me dijo quedamente con voz, dulce y profunda,
No llores hijo mío, yo te haré descansar,
Desde entonces mi vida, se ha llenado de gozo,
//Y hoy vivo en el amparo de mi Señor Jesús//.
REPETIR I
Andaba por el mundo sin Dios y sin consuelo,
Buscando inútilmente calmar ese dolor,
Pero de pronto vino la luz a mis tinieblas,
//La luz que Jesucristo tan solo puede dar//.
CORO
Me dijo quedamente con voz, dulce y profunda,
No llores hijo mío, yo te haré descansar,
Desde entonces mi vida, se ha llenado de gozo,
//Y hoy vivo en el amparo de mi Señor Jesús//.