Como una flor marchita era mi vida,
Sin Dios y sin amor así vivía,
A orillas del camino y la desgracia,
//Sin una esperanza y sin amor//.
CORO
Pero vino el Señor un día a mi vida,
Y aquella flor marchita revivió,
//Brindándole el perfume que en ella habita,
Y aquella flor marchita revivió//.
II
Muchas preciosas flores se marchitan,
Después que el mismo Dios las perfumo,
Se lanzan tras caminos de desgracias,
//Y junto a ese camino morirán//.
CORO
Pero vino el Señor un día a mi vida,
Y aquella flor marchita revivió,
//Brindándole el perfume que en ella habita,
Y aquella flor marchita revivió//.