El espíritu de Dios desde el cielo descendió,
Para posar en María y engendrar al redentor,
Siendo rico se hizo pobre, nació en un humilde establo,
Porque para él no hubo un lugar en el mesón,
Caminó por este mundo predicando el evangelio,
Y sanando a los enfermos el divino Redentor,
Y por predicar fue preso y no les bastó con esto,
Si no que le dieron muerte, cuál si fuera un mal hechor,
Fueron y lo sepultaron en la tumba de José,
Y pensaron se había muerto la esperanza de Israel.
CORO
Pero la tumba no soportó,
El cuerpo muerto de mi Señor,
Al tercer día se levantó,
Con poder y gloria al cielo ascendió,
Ahora vive porque él es Dios,
Y también vive en mi corazón.
II
Hay promesas para mí en la biblia yo he visto,
Y es que Jesucristo dijo; me voy pero volveré,
No vendrá a ser maltratado, tampoco a pasar vergüenza,
Viene a llevar su Iglesia que paciente espera en él,
Y esperándole hoy estamos todos los fieles cristianos,
Aferrados de su mano y viviendo para él,
A los que se han apartado de Jesús yo les invito,
Reconcíliensen con Cristo que él no tarda en volver.
CORO
Pero la tumba no soportó
El cuerpo muerto de mi Señor,
Al tercer día se levantó,
Con poder y gloria al cielo ascendió,
Ahora vive porque él es Dios,
Y también vive en mi corazón.