Cargando va el carpintero, en medio de la multitud,
Una cruz muy pesada, en su espalda lastimada,
Directo va él hacia el monte, que le llaman la calavera,
Con sus pies polvorientos, enmudeció y no dijo nada.
Con un beso lo entregaron, fue un mentado Iscariote,
Y con palos lo golpearon y ni una queja de él salió.
II
Lo acusaron por pararse, en el templo, a predicar,
Del amor, la justicia, de la paz y la hermandad,
Crucificado está mi Cristo, martillaronle unos clavos,
En sus pies y en sus manos, su costado está sangrando.
FINAL
Está vivo, no está muerto, con su sangre él me ha salvado,
Y la piedra de su tumba está movida y él no está,
Tres mujeres van corriendo, a contarles que lo han visto,
Cristo vive, para siempre y muy pronto, volverá.