No tengo nada para decir, cuando Dios habla tengo que escuchar,
Y hasta mi rostro tengo que inclinar, cuando Dios habla,
No tengo nada para decir, cuando Dios habla tengo que escuchar,
Y en silencio tengo que aceptar, que Dios me habla.
CORO
//Su palabra es dulce como miel,
Y como el pan que a tu alma saciará,
Y como ungüento que te sanará la herida,
Tiene un poder que puede liberar,
Tu vida entera puede transformar,
Por el poder de su palabra//.
REPETIR I
No tengo nada para decir, cuando Dios habla tengo que escuchar,
Y hasta mi rostro tengo que inclinar, cuando Dios habla,
No tengo nada para decir, cuando Dios habla tengo que escuchar,
Y en silencio tengo que aceptar, que Dios me habla.
CORO
//Su palabra es dulce como miel,
Y como el pan que a tu alma saciará,
Y como ungüento que te sanará la herida,
Tiene un poder que puede liberar,
Tu vida entera puede transformar,
Por el poder de su palabra//.