Amigo tú que vagas por la vida,
Confuso sin saber a dónde ir,
Tratando de encontrar en el licor alivio y paz,
Luego miras que todo ha seguido igual.
Y vuelves a quedar en ese estado,
De angustia y de total desolación,
Frustrado te sientes ante la vida,
Sin hallar una salida de ese fango de maldad.
CORO
Por eso yo te quiero comentar,
Que en el licor no existe paz,
Solo perturba la razón y la moral,
Él es el culpable de amarguras,
Y pesares de familias, sumidas en el dolor.
II
El vicio siempre deja en la persona,
Secuelas imposibles de borrar,
Pero la sangre del Cristo inmolado allá en la cruz,
Aún las puede por siempre de ti quitar.
Y entonces sentirás paz en tu alma,
Esa bonanza que nos da el Señor,
Producto de una vida transformada que cambio,
El licor maldito por la senda de la luz.
CORO
Por eso yo te quiero comentar,
Que en el licor no existe paz,
Solo perturba la razón y la moral,
Él es el culpable de amarguras,
Y pesares de familias, sumidas en el dolor.